Álvaro, el hijo de Vicente del Bosque
Uno de los momentos más conmovedoras de la celebración española fue cuando Álvaro, el hijo con síndrome de down del técnico Vicente del Bosque, levantó la Copa de campeón del mundo. “Mi hijo me cambió la vida” ha confesado el DT en más de una ocasión.
Por todos era conocida la personalidad tranquila del seleccionador, tanto dentro como fuera del terreno de juego y su idea de mantenerse siempre en un segundo plano. Pero lo que no todos sabían hasta el regreso a España era que la personalidad humilde y cariñosa del técnico español tiene una razón principal.
Álvaro, el hijo mediano de Del Bosque y que ahora tiene 21 años, nació con síndrome de Down. “Al principio lloramos mucho”, declaró Vicente a la escritora Gemma Herrero para su libro “39 historias solidarias alrededor del deporte”, pero “ahora cuando miro atrás pienso ‘qué gilipollas fuimos’”, recoge “El País” en un artículo de este martes.
Del Bosque está casado con Trini, con quien tiene 30 años de matrimonio, ytiene tres hijos: Vicente, de 23 años, Álvaro de 21 y Gema de 17. Tener y criar al segundo fue una prueba de la vida que lo preparó para cualquier momento difícil, incluida las últimas instancias de una Copa del Mundo.
“Al principio fue muy duro, me decía por qué me va a tocar a mí y no a otro. Una situación así en casa, a diario, te hace relativizar las cosas. Te hace más sensible. Nos da tranquilidad. Es una bendición para todos”, dijo el técnico en el 2003, en una entrevista con el diario “ABC”.
HIJO FUTBOLERO
Álvaro ha heredado la vena futbolística de su padre. Es un apasionado del fútbol y ha llegado a cuestionarle sus decisiones, como no convocar a Dani Guiza a la selección campeona del Mundo y, antes, cuando dirigía al Real Madrid, lo criticó cuando sentó a Raúl y a Iker Casillas. “¡Joder, Alvarito, solo me faltabas tú”, le dijo el DT a su hijo en broma, según recuerda también “El País”.
El hijo de Del Bosque trabaja en la Fundación Síndrome de Down y es “un fuera de serie” según el seleccionador, autocalificado como un hombre “muy familiar” que ya ha perdido a su padre y a dos hermanos.
Ahora, Álvaro, se ha convertido en un miembro más del equipo y ayer su padre le cumplió su promesa. Todo nació meses atrás, cuando el vástago del entrenador español insistió a su padre en pasar al vestuario de la selección para conocer a sus ídolos.
El seleccionador le negó el deseo, pero a cambio le prometió compartir el paseo triunfal en Madrid. “Si ganamos el Mundial, me subo al autobús con los jugadores”, le avisó Alvarito (como lo llaman cariñosamente) a su padre días antes de que comenzara el torneo. Y así fue.